No siempre tenemos tiempo de darnos un baño, pero desde siempre los baños han sido relajantes, terapéuticos y hasta algunas veces necesarios.
Después de un día de estrés sienta genial un baño tranquilo y largo acompañado de unas sales minerales , una bomba de baño o simplemente de burbujas. Cuando te sientes fatigado, con los pies cansados y se siente la tensión en el cuerpo.
Un baño puede beneficiarnos, si además le añadimos un pequeño puñado de sales, mejora la circulación, reduce la tensión, recomendable en tensiones musculares, espasmos y hasta lesiones musculares.
Las sales en el baño además ayudan a purificar la piel, a eliminar el sudor, limpiar los poros y las toxinas.
Desde antaño, el baño fue algo más que el aseo y la limpieza. Las antiguas civilizaciones, tanto Egipto, Grecia o Roma, tenía un importante aspecto espiritual, igualmente la parte sanadora dentro del lujo y el placer. Los baños de Cleopatra son tan famosos que han sobrepasado muchísimos años.